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Boom de cuarentena. El impensado éxito de los gimnasios ante el coronavirus

Las puertas están cerradas y las máquinas, paradas. Pero los gimnasios tienen más visitas que antes. En épocas de coronavirus y aislamiento obligatorio, las clases de gimnasia online y las rutinas para mantenerse en ejercicio se expanden a través de las plataformas digitales y son el nuevo boom de los gimnasios.

“En dos días armamos seis clases y ya se sumaron 3500 personas. Tuvimos clases de yoga con 1500 personas conectadas en vivo”, afirma Fernando Storchi, fundador y CEO de Megatlon, que tiene 135.000 afiliados en el país.

Los números ilustran una tendencia que crece exponencialmente. Una sucursal de la cadena, en una jornada habitual, recibe entre 2500 y 3000 personas. Una clase de yoga, organizada ayer y realizada virtualmente a través de Instagram, concentró a 1500 asistentes en tiempo real, y totalizó 16.000 espectadores en 24 horas.

El movimiento se masifica entre entre las personas más habituadas al ejercicio diario y entre quienes, aburridos en la cuarentena, encuentran en la actividad física en casa una excusa para pasar el tiempo. Con clubes y gimnasios cerrados preventivamente, muchos profesores de educación física se volcaron a plataformas como Instagram o Youtube para compartir ejercicios.

“Los pedidos de rutinas aumentaron considerablemente en estos días. Muchos amigos, conocidos, socios del club y alumnos particulares recurrieron a ejercicios hogareños. En ese contexto, se trata de usar el ingenio para armar lo que se pueda. Con un poco de inventiva, siempre se puede hacer gimnasia en casa”, dice Emiliano Larrarte, profesor a cargo del gimnasio de un club porteño.

En ese contexto, además, hubo un boom de ventas de artículos deportivos en la ciudad de Buenos Aires, en los días previos a que se anunciara el aislamiento obligatorio.

“Fue un shock para todos. Esperábamos que la cuarentena iba a venir, pero quizás no tan anticipadamente. Pero por otra parte estamos descubriendo un mundo nuevo con todo lo que ofrecen las conexiones virtuales”, afirma Storchi, también titular de la Cámara de Gimnasios de la Argentina.

“Nosotros lanzamos un programa muy intensivo de clases grupales para toda la comunidad, porque entendemos que es el aporte que podemos hacer en este momento”, dice el empresario, que gestiona las cadenas Megatlon y Fiter, y fue convocado por el Gobierno porteño para diseñar clases y propuesta de ejercicio físico para la cuarentena.

“En menos de dos horas, se duplicó la cantidad de seguidores en nuestras redes. Esto supera las expectativas”, agrega. Yoga, gimnasia funcional, zumba, aerobox y meditación son algunas de las propuestas más demandadas. Para los próximos días, también planean sesiones de preguntas y respuestas para el armado de rutinas personalizadas, consejos de nutrición y hasta sesiones de RCP (reanimación cardiopulmonar).

“Las ventajas de hacer actividad física son conocidas, pero en este contexto donde el encierro es un factor negativo para la mente, liberar endorfinas con el ejercicio es una ayuda importante para poder sobrellevar la cuarentena”, agrega Larrarte.

La oportunidad de la expansión de las clases online, sin embargo, coexiste para muchos gimnasios y profesores freelance con un impacto negativo producto de la cuarentena. Sin gente en las calles, algunas empresas o personal trainers pierden el ingreso de la cuota mensual, en una dinámica que amenaza con complicar sus números en el corto plazo.

“Los gimnasios son estructuras de costos fijos, y no abrir las puertas no implica que los gastos bajen. El impacto de no recibir gente es muy fuerte y todos lo están sufriendo. Con likes y followers impactamos positivamente en la sociedad, pero a nivel de ingresos es cero, y estamos preocupados. Vemos un parate fuerte en los ingresos, como ocurre con la hotelería o los restaurantes”, concluye Storchi.

Por: Esteban Lafuente