Cuando comienzas una relación de convivencia y eres una persona romántica, la idea madura de separarte del otro y no estar juntos, se te hace difícil. Tienes una obligada separación diurna por motivos laborales. Pensar que vas a dormir también separados es una idea que se puede hacer insoportable.
Existe la creencia popular de que una pareja que duerme separada tiene problemas conyugales. Y, en determinados casos, es así. Cuando has tenido una discusión con tu pareja, lo que menos te apetece es dormir con la otra persona. Ni siquiera rozarte. Aunque algunas parejas piensan -erróneamente- que es una buena manera de resolver los problemas.
En realidad, la costumbre de dormir juntos en la misma cama, se popularizó en la era industrial. La falta de espacio en las ciudades, llevó a construir viviendas más pequeñas que permitiesen ahorrar espacio. En la antigua Roma o en la Grecia clásica, era costumbre tener espacios independientes para dormir y una habitación separada para mantener los encuentros sexuales.
Dormir separados te ayuda a tener una mejor relación de pareja
Los estudios de profesionales del sueño como el Dr. Stivill o el Dr. Stanley, de la Academia Americana de Medicina del Sueño, afirman que lo mejor para tu salud es dormir no solo en camas separadas, sino en habitaciones separadas.
Según los expertos, la mitad de las parejas que duermen juntos tienen problemas de sueño. Si tu pareja ronca, se mueve mucho o se levanta en medio de la noche, te desvelas e interrumpes tu descanso. Y esto te va a pasar factura tanto física como psicológicamente: tristeza, cambios de humor, falta de concentración e incluso aumento de peso.
Dormir en otra habitación ayuda no solo a tu comodidad y a tu descanso, sino a mantener tu espacio personal. Incluso fomenta el encuentro sexual con tu pareja. La separación nocturna favorece la existencia de un espacio erótico en el que echar de menos al otro y aumenta así la necesidad de estar en compañía de la otra persona.
Si eres mujer, te afecta mucho más
Un estudio de la Fundación Nacional del Sueño de EEUU realizado en 2005, reveló que las mujeres experimentan más dificultades para dormir o mantener el sueño debido a circunstancias asociadas a los cambios hormonales. Los ciclos menstruales, las preocupaciones diarias, el estrés o la menopausia hace que despiertes a deshoras, te muevas mucho en la cama y descanses mal.
En una entrevista realizada al Dr. Estivill en 2014, comentó que entre el 40 y el 50% de los españoles tenían problemas de sueño debido al estrés, las crisis emocionales y los malos hábitos adquiridos.
Habitaciones separadas, convivencia más armónica
Tener no solo camas separadas, sino habitaciones separadas, es una buena decisión para mantener la relación y ayudarla a crecer. La decisión madura y consensuada de dormir separados, es una forma de respetar al otro, su privacidad, su espacio y su crecimiento personal.
Si eres una persona muy romántica y te horroriza pensar en pasar la noche sola, una solución intermedia puede ser dormir en la misma habitación con camas separadas o también en una sola cama pero con sábanas individuales. Esa es una buena forma de dormir juntos pero cómodamente si tu pareja se mueve mucho e invade tu espacio en la cama.
Muchas de las peleas, separaciones e incluso divorcios han tenido indirectamente su origen en un mal descanso de uno de los miembros de la pareja. No dormir bien afecta a tu salud, de forma que tienes mayor tendencia al pesimismo, ansiedad, agotamiento, envejecimiento precoz, falta de concentración y sufrir más accidentes.
Dormir separados puede parecer poco romántico pero es una decisión consciente y madura de salud y bienestar tanto personal como de pareja. Al menos eso parece que dice la ciencia.