Sentir celos es normal, sin embargo, éstos se vuelven patológicos cuando se dejan de hacer las cosas que dan bienestar por estar al pendiente de la vida del otro: se pierde el interés por el trabajo, la familia, los amigos y la salud, por vigilar a la pareja.
La celotipia es un sentimiento sin fundamento real que genera ira, enojo, tristeza y desconfianza frente a la pareja, de manera inexplicable se comienza a creer que el otro engaña. Esta sensación de engaño lleva a la persona a realizar una infinidad de tareas para descubrir la infidelidad: revisar el móvil, redes sociales, la ropa, escuchar conversaciones, vigilar cada actividad que realiza, seguirlo a escondidas, etc., a fin de cerciorarse del engaño, aunque éste sólo sea producto de una fantasía, perdiendo toda interacción social y descuidando otras áreas importantes de la vida; estando en conflicto constante con los otros y con uno mismo.
Los celos patológicos tienen varios factores psicológicos de fondo:
Baja autoestima: la cual se caracteriza por la inseguridad, la desconfianza y la falta de amor propio; la persona suele sentirse poco valiosa para ser digna del amor de otro y, por ende, aumenta la fantasía.
Miedo al abandono: esta es una sensación inexplicable de que la pareja lo dejará y no estará más con él o ella, despertando un sentimiento de vacío y tristeza.
Angustia de separación: es el miedo a desprenderse y separarse de la persona con la que se ha establecido un vínculo, el miedo se intensifica al pensar que alguien más le robará a la “persona amada”.
Paranoia: es una idea delirante al pensar que otro(s) lo atacan, queriendo quitarle lo que le pertenece o, en otros casos, se puede sentir perseguido por la propia fantasía (también delirante) de que la pareja lo engaña y lo traiciona.
Sentimiento de inferioridad: este sentimiento viene acompañado de características reales de la persona al encontrarse en aparente desventaja frente al otro, por ejemplo: cuando se tiene menor nivel académico, el estatus económico es más bajo, menor atractivo físico, etc., por lo que la idea de perder a la pareja se vuelve más fuerte.
Lo complicado de esta situación es que la mayoría de las personas, ya sea el celoso o el celado, no le dan la importancia que deberían, pues suelen justificar el sentimiento diciendo que es por amor, y el desenlace de la historia, en algunos casos, puede ser fatal, ya que no sólo conlleva a la violencia sino también a la muerte, quitándole la vida a la pareja o quitándosela uno mismo.
Psic. Cynthia Saenz