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Ser padres durante el COVID-19

Nos hemos visto obligados a permanecer en casa, limitando la vida social, académica y laboral. En este contexto, no solo tenemos que reorganizar nuestras vidas, sino también las de nuestros hijos. La pregunta es, ¿cómo afrontar este reto?

La crisis del coronavirus nos ha situado en unas circunstancias extraordinarias. La gran parte de la población trabajando desde casa, todos los comercios, excepto los de primera necesidad, cerrados, y los más pequeños (y no tanto) en casa sin acudir a la escuela. Si ya de por sí la situación puede resultar difícil de gestionar, ser padres durante el COVID-19 puede ser altamente complejo.

Muchos padres y madres tienen que conciliar el teletrabajo con el cuidado de los hijos en casa, además de lidiar con los problemas diarios que puedan surgir y la dificultad para gestionar las emociones y estructurar las actividades de los más pequeños.

Para todas las personas se recomienda seguir con la vida habitual en la medida de lo posible, pero en el caso de tener hijos es necesario apuntar algunos aspectos específicos.

Ejercer de padres durante la cuarentena
Muchos expertos se han manifestado sobre ello: actividades lúdicas para hacer en casa, cómo informar a los niños de la situación, adaptarse a la nueva rutina de educación…
Así pues, hemos hecho una lista de los aspectos más relevantes para pasar con éxito como padres durante el COVID-19.

Primero, como consejo general y de base a todos los demás, es esencial respetar el espacio y las emociones de los niños. Ellos también se frustrarán e incluso les resulta más complicado entender el alcance y el porqué de esta situación. Ponte en su lugar, y acepta sus momentos de frustración, mostrándoles apoyo.

Mantener la rutina
Una clave para sobrevivir a esta crisis es establecer y seguir un horario. Para los niños es importante tener unos horarios fijos de sueño, así como de actividades.

El horario no debería ser muy estricto, basta con fijar una hora para levantarse, comer e ir a la cama. Esto ayuda también ayuda a que el futuro sea un poco más predecible, lo que reduce la incertidumbre y el estrés.

Lo ideal sería seguir, en la medida de lo posible, el mismo horario de la escuela. Así, se dedicaría ese tiempo a las tareas que hayan ordenador los profesores, pero siempre alternando con un tiempo para descansar.

Asimismo, es importante establecer ciertas normas para no molestar al otro en el tiempo de trabajo si no es necesario. Así los padres podrán trabajar concentrados, al igual que los pequeños.

Ser creativos
Ante la nueva situación, puede ser muy beneficioso incorporar también nuevas actividades. Quizás es hora de sacar ese puzzle que estaba guardado o estrenar por fin el juego de mesa que os regalaron.
Es mucho mejor si esas actividades incluyen algo de ejercicio suave y que se pueda hacer en la casa. Esa sería una forma estupenda de liberar tensiones, estimularse y mantener el ritmo de sueño.

Un buen ejercicio puede animar a que los pequeños inventen juegos o hacer una lluvia de ideas. O bien, jugar a lo mismo que ya disfrutabas, pero cambiando algunas normas.

Aprender a gestionar la ansiedad
Cómo se encuentran los padres afecta, inevitablemente, a cómo se sienten los niños. Por eso, es importante que los adultos aprendan a manejar la ansiedad y la preocupación. Hay que intentar evitar los pensamientos catastrofistas y centrarse en buscar soluciones y alternativas.

Ante la tensión del día a día y el miedo que pueda surgir, es importante mantener el sentido de perspectiva, involucrando a los pequeños sólo cuando sea necesario. Además, en el caso de sentirnos abrumados, es fundamental retirarse por un momento a otra habitación y desconectar.

Además, durante el paso del COVID-19 es altamente recomendable limitar el consumo de noticias e información a una hora concreta del día. Así, no nos saturaremos y evitaremos momentos de tensión y preocupación.

Hacer planes
Aunque estemos confinados en casa, es esencial seguir haciendo planes. Se puede fijar un día a la semana para hacer alguna actividad especial. Por supuesto, si los pequeños pueden ser parte de las decisiones sobre los planes, ¡mucho mejor!

Por ejemplo, se puede planear cocinar algo diferente el fin de semana o simular un parque de juegos. Lo importante es romper la rutina y desconectar del espacio de vez en cuando. A todos les sentará bien un respiro.

Ante todo, actitud
Ser padres durante el COVID-19 no es tarea fácil. No obstante, lo más importante es tomárselo con actitud positiva. Ver desde otra perspectiva todo lo que está ocurriendo puede ser la clave para que todos los miembros de la familia lo lleven bien. Por ejemplo, cambiar el «qué rabia no poder salir al parque», por «qué bien que podemos pasar tiempo juntos en casa».

Esto es una oportunidad para aprovechar todo el tiempo del que no disponemos normalmente. Aprovecha para conocer más a tus hijos, para hacer cosas con ellos y para que ellos aprendan también a gestionar emociones como el aburrimiento o la frustración. De esta saldréis más unidos.

Por: María Vélez